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sábado, diciembre 08, 2007

Feliz Navidad, hermanos


Esta es la región de Trentino, en los alpes italianos. Es indiscutible la majestuosidad de sus crestas rocosas, de sus aguas cristalinas, de sus campos verde esmeralda, de sus hermosos abetos que parecen luchar por alcanzar las nubes con sus ramas...

Al parecer el Vaticano no quiere perderse ni un ápice de esta majestuosidad y menos en estas fechas tan señaladas. Y menos mal que tiene amigos tan maravillosos que no dudan en regalarles los árboles de navidad más maravillosos del mundo (como si un bien natural pudiera considerarse propiedad de nadie), entre ellos un imponente abeto de 140 años de edad y 35 metros de altura, que fue talado sin ningún tipo de remordimiento simplemente para que adorne la plaza de San Pedro durante el mes navideño, para disfrute de todos los católicos. Y luego muera y sea reducido a serrín.

Muchos habréis visto esta noticia. Hace un par de días salió por la tele cómo habían cortado este gigante en mitad de los alpes y lo habían trasladado hasta el mismisimo Vaticano, entre vítores.
Por la poca información que he encontrado, el ejemplar al parecer fue donado a la institución por varias regiones italianas, porque es suyo, claro y tienen derecho a hacer lo que le de la santísima ( y nunca mejor dicho) gana con él, quedando indiscutiblemente claras la generosidad y religiosidad de las mismas (palabras textuales).

O sea, un soborno, vamos. Un soborno estúpido además, porque ya me contaréis qué sacrificio supone para un político asesinar a un árbol monumental. Pero lo mejor de todo es que es una muestra taaaan clara de la fe de la región que tienen todos la vida eterna en el jardín de Edén ganada, fijo. Sobre todo porque el árbol de navidad es algo tan católicamente ineludible e importante para celebrar la navidad que no podía faltar, aunque ello suponga cargarte un bosquecito. Da igual que en la biblia, el manual de instrucciones de la iglesia (supuestamente, ójala fuera verdad a veces) no se haga referencia a dicho adrono en ninún momento.

Esto no es cosa de este año, tampoco os vayáis a pensar. Buscando información me he encontrado con la escalofriante realidad de que año tras año, se han ido buscando árboles más altos y más bellos para adornar tan importante lugar. Durante los años de pontífice de Juan Pablo II éste estableció un límite en 32 metros de altura del árbol de navidad (desde luego si fue por motivos ecológicos se quedó descansado el hombre...). Pero llegó Benedicto y supongo que le pareció una tontería esa restricción y de 32 se paso a 33, y de ahí ahora a 35. O sea, que no es cosa de que este año se les ha ido la pinza. En todos los años de existencia del vaticano se ha ido realizando una tala sistemática y lo que es más triste, enormemente justificada, de los árboles más bellos de Italia y de los alrededores.

Sí, cosas mucho peores pasan, desastres, muertes, guerras (muchas de ellas por causas religiosas o económicas, que hoy día puede considerarse casi lo mismo, vaya, qué casualidad...) y ante ello puede parecer una estupidez protestar por la tala de un simple árbol. Podéis llamarme, con todo el desprecio del mundo, ecologísta, decirme que no tengo nada mejor a lo que dedicar el tiempo y todo ese tipo de comentarios que he visto por muchos lugares en los que se han dedicado a criticar este hecho. No voy a deciros que no os molesteis en comentar, al contrario, quiero saber hasta donde llega la falta de sensibilidad y de raciocinio de la humanidad. Pero sabed que a mí, y a mucha gente, no nos parece una estupidez sin importancia. Y menos cuando es algo que se podría haber evitado y hubieran quedado mil veces mejor de lo que quedan cometiendo esa atrocidad, y siendo además fruto de un capricho superfluo.

Por cierto, casi se me olvida. Se ha hablado mucho del pobre abeto gigante que ya decora la plaza de San Pedro mientras sus tejidos, forjados a lo largo de 140 años, mueren a una velocidad alarmante privados de su fuente de alimento. Pero nadie se da tanta cuenta ni dan tanto bombo al hecho de que los mismos donates del maravilloso árbol han donado también otros 50 abetos de un porte de unos seis metros procedentes de la misma región para adornar las estancias interiores del vaticano, los pasillos, la sala de recepciones, el comedor, la habitación del pontífice...

51 árboles adultos y hermosos asesinados para satisfacer la frivolidad de cuatro individuos que se precian de religiosos y cristianos. Multiplicad eso por todos los años que se lleve realizando esta navideña costumbre. Y por todos los hogares del mundo que se precien de ser igualmente cristianos y religiosos y que quieran asegurarse la entrada al paraíso. Por no hablar del consumo de energía, recursos, basura y alimentos que generan estas maravillosas, cálidas y entrañables fechas.

Seguro que hay muchas más barbaridades de este tipo o menores que, por no suceder en la más importante institución mundial no se conocen. Si sabéis de alguna cercana a vosotros os animo a comentarlas.


Vosotros elegís, humanos. Yo personalmente me quedo con la ¡magen de arriba, si es que no desaparece en un futuro próximo por obra y oficio de la fe cristiana.

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

sigh... Amén

8/12/07 12:50  
Blogger Pícara said...

Menuda salvajada... si cuando fui dije que allí en el Vaticano no les funciona bien el cerebro no me equivocaba ¬¬
¿No enseña la Biblia el respeto por la vida? (pregunto, que de reiligón ni sé ni quiero saber nada)
Claro, supongo que sólo la vida humana, que es la más guay y todo eso -.- sigh

Yo pongo el árbol de navidad todos los años en casa, pero no somos para nada religiosos, simplemente nos gusta ponerlo, y yo me quedo hipnotizada con las lucecitas.
Por supuesto es de plástico y cuando lo compramos resultó ser demasiado grande, pero convencí a mi madre de lo mucho que molaba y nos lo quedamos.

8/12/07 13:01  
Blogger Iris said...

Como ya te dije por el chat, me dolió mucho cuando lo vi por la televisión. Es una atrocidad que jamás habría imaginado que nadie fuera capaz de cometer año a año sin ningún sentimiento de culpabilidad. Siento una mezcla extraña de tristeza, rabia, cabreo, ganas de gritar y de llorar a la vez. Me parece increíble que estando como estamos se sigan haciendo estas cosas.

En fin...

9/12/07 21:21  
Blogger Aighash y Moreloth said...

A Pícara decirle que en la Bíblia el concepto de respeto a la vida y demás es así como nebuloso, difuso... Y añadir que el árbol de Navidad es una costumbre pagana que encaja con el cristianismo tanto como las calabazas de Halloween. Además, los árboles utilizados en aquel tiempo en que los nórdicos realmente si les daban un valor mágico/simbólico estaban vivos y eran decorados con "frutos" para propiciar que volviera la primavera prontito.

Pero bueno, es muy cierto que el cerebro de la mayoría de la humanidad no funciona bien... si solo fuera el Vaticano... -__-

Un saludo
(Aighash)

10/12/07 22:47  
Anonymous Anónimo said...

Muchas gracias Iris y Pic por vuestros comentarios (y a ti tb, Kei XD). A mi lo cierto es que me gustan muchos los árboles de navidad, pero no se me ocurriría acabar con la vida de uno de verdad por muy bonitos qeu me parezcan. De esos de plastico qeu duran generaciones enteras y arreando (lo cierto es que ya ni siquiera lo ponemos, a mis padres les parece un engorro XD)

Y Aighash, gracias por pasarte por el blog y por tu comentario. Me hubiera gustado comentar las raíces de la tradición del árbol de navidad un poco por encima en el post, pero ya no me atreví a ponerme a buscar cosas, tenía que ponerme a cumplir mis deberes universitarios y horribles de ecólogos ^^U

11/12/07 20:44  
Blogger Madam Beus said...

Ay, ay, dolor..
Ya me duele el ver podar los árboles de forma terrible, mutilándolos, pero ver estas cosas..
Que os sean felices fiestas, hijas de Gaia.

27/12/07 16:22  

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