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jueves, junio 22, 2006

El Imperio del Fuego

Ya estamos en verano. Lo pienso y me pongo a temblar. Me temo que va a hacer demasiado calor, y no será únicamente por ser la época que es, ni por el progresivo calentamiento global. Me temo que nuevamente nuestros bosques se convertirán en infiernos de llamas como cada año, y que otra vez sólo quedarán, como un cementerio de lápidas carbonizadas, los tocones ennegrecidos en recuerdo de la pérdida.

Según el Ministerio de Medioambiente en sus últimas estimaciones, en 2005 se quemaron 179.850,8 hectáreas, casi 1.800 km2, contando bosques y zonas de matorral abierto.

La media del último decenio está en 118.438,1 hectáreas. Triste, ¿no?

Si bien es verdad, no es todo tan malo, ya que el número de incendios y su extensión se ha reducido este año en los cuatro primeros meses en comparación al pasado: 3.309 casos frente a 10.347, y 12.178 hectáreas frente a 37.300 en 2005.

Sin embargo, sigo sin estar tranquila, porque en este mundo casi todo es posible y leer ciertas cosas me da mucho sobre lo que pensar.

Me refiero a una noticia que me pasaron hace poco, publicada en un boletín de noticias cuyo enlace tenéis al pie del post. De lo que he leído, me he quedado sobre todo con una idea: cabe la posibilidad de que los encargados de la extinción de los incendios en este país sean los mismos que los provocan debido a intereses económicos particulares.

¿Que qué pasa? Pues que muchos de los trabajadores contratados para apagar los fuegos cobran por hectáreas apagadas, como es el caso de Castilla y León. A partir de ahí, no hace falta darle muchas vueltas para intuir lo que puede conllevar. Por si acaso, os lo digo: los propios trabajadores pueden verse tentados a dar largas a un incendio o llegar a iniciarlo. Irónico, pero posible y seguramente cierto. Ya no sólo tenemos que preocuparnos de especuladores, pirómanos e inconscientes. Hay incluso testigos que aseguran haber visto a un helicóptero “Icona 73” lanzar botellas incendiarias que serían las causantes de un incendio en Yeste (Albacete) en el año 1994. Es como descubrir que nos está robando la portera.

Nadie asegura nada, de todos modos, pero aún así sigo dándole vueltas. Más que sorpresa, siento un indecible pesar. Desde la base, todo está mal. Señalar sólo un culpable sería injusto, además de falso. Tan digno de reproche es, a mi modo de ver, el que prende el fuego como el que da razones para hacerlo. ¿No os parece ilógico que el 66% del gasto público en el tema sea para la extinción de incendios y sólo el 34% para su prevención? Es el estigma de la humanidad: zurcir los agujeros de un extremo del calcetín, mientras rasgamos el otro.

El problema es el mismo de siempre: a pocos importa lo que le suceda a los bosques, matorrales y pastos, que miles de seres vivos mueran o se queden sin lugar donde vivir, que perdamos espacios naturales, ya sean protegidos o no, pues todos tienen valor. A nadie le importan las consecuencias de sus actos. La Naturaleza es sabia, ¿no? Hay mucho árboles y el mundo es muy grande. Sin bosques no nos vamos a quedar.

Y no, tal vez no nos quedemos sin bosques, porque si por algo se caracteriza nuestra Madre es por su voluntad de renacer. Pero esos bosques no serán más que parches, islas en un triste e inmóvil océano gris. Un mundo hecho pedazos.

Que pases un buen verano por aquí, Gaia.



Fuentes:

http://www.belt.es/noticias/2005/agosto/23/fuego.asp

http://www.espacioblog.com/forestman/

4 Comments:

Blogger Siltha said...

:(

23/6/06 02:18  
Blogger 河曲勝人 - Kawano Katsuhito said...

Y lo peor es que la temporada de incendios empieza cada vez más pronto. :_(

En cuanto a eso de que los incendios los provocan los propios encargados de la extinción... no sé, me parecería muy fuerte. Ha podido suceder en algún caso concreto, no lo niego, pero generalizar esa idea vendría a ser como decir que los médicos provocan las enfermedades, o que los fabricantes de antivirus son los que difunden los virus (cosa que también he oído más de una vez).

En cualquier caso, es muy triste que todos los años a estas alturas tengamos que estar hablando de lo mismo...

23/6/06 10:13  
Anonymous Anónimo said...

Sólo el cinco por ciento de los incendios son por causas naturales...el cinco por ciento...

Estoy de acuerdo con Katsu o en que seguramente sean casos puntuales (o quiero creer que es verdad)

Como no lo sea y yo me entere...Me visto de la Gaia de Mägo de Oz y a por la venganza...vamos, nos ibamos a quedar aquí cuatro gatos...

(lo siento, se me ha ido la pinza al leer lo de provocar los virus para luego curarlos XD)

23/6/06 10:23  
Anonymous Anónimo said...

Un buen artículo para la reflexión.

Me he dado cuenta de que en general, las personas somos reacias a pensar que hay semejantes capaces de cualquier aberración, pero no equivocaros; el peor ser vivo que nuestra “madre” ha puesto sobre su suelo, es el ser humano, ya que siendo el mas inteligente, en demasiadas ocasiones, en lugar de emplear esta virtud para hacer el bien, la empleamos para hacer al mal, y si no queremos llamarlo para el mal, si para propio interés, caiga quién caiga y por supuesto con repercusión negativa para nuestros semejantes.

A mi edad, he podido aprender, dentro de mi pequeño círculo de relaciones, que casi todo es mentira, que siempre hay segundas partes ocultas, que casi nada es lo que parece (no niego que aun queda buena gente, pero poca) y que cuando existe el dinero o poder, todo es valido. Como se suele decir “todos tenemos un precio”, y algunos lo tienen muy barato.

Sin más extensión sobre el tema, a quienes dudéis sobre este comentario, entrar en la página web del enlace que figura mas arriba y por lo menos, os aseguro que os llevará a la duda.

Nada mas añadir, que he tenido la ocasión de hablar con personas de ese pueblo, y tienen bastante claro que hay mucho sin esclarecer.

Seguir con vuestra ilusión y esfuerzo.

27/6/06 18:37  

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