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sábado, septiembre 03, 2005

Había una vez un circo...

Recientemente se ha instalado en mi localidad una de esas bonitas empresas (con gran tradición) que explotan a sus trabajadores a fin de obtener beneficios. En fin, “¿qué empresa no explota a sus trabajadores?”, diréis. Y ciertamente os doy la razón. La grandísima diferencia con el resto y el colmo de la injusticia es que esta empresa no contrata a sus empleados (no a todos), sino que los esclaviza, privándoles de su libertad sin que nadie haga nada por defender sus derechos.

¿Qué escándalo, no? ¿Esclavitud en el siglo XXI? ¿En España?

Sí claro, pero es que no hablamos de seres humanos esclavizados, hablamos de animales.

Y es que los animales no tienen derecho a la libertad, por lo visto. Los humanos sí, claro está, los humanos que trabajan en esta empresa eligen trabajar en ella y negocian los sueldos y condiciones que les parecen adecuadas y si no están satisfechos, pueden largarse. ¿Y los animales? No, ellos son simples objetos del decorado, accesorios materiales, digamos. Son objeto de transacciones que enriquecen a humanos desalmados que trafican con su libertad y su vida, víctimas del trato que les dan sus domadores y cuidadores (sea éste cual sea, sin poder quejarse ni alegar mobbing), obligados a aprender ejercicios que les rebajan al más triste de los ridículos y les arrebatan la dignidad sin que puedan luchar por recuperarla, puesto que si lo hicieran, sólo les espera la muerte (el sacrificio). Enjaulados y hacinados en espacios reducidísimos, transportados en condiciones pésimas soportando horas y horas de viaje...

¿Y todo para qué? Para mantener vivo un negocio tan anticuado como injusto, el circo.

No me entendáis mal, a mí los payasos me parecen muy bien, los trapecistas también y los magos y prestidigitadores, ni os cuento. Los malabaristas y demás congéneres me causan admiración, son gratas profesiones y grandes artistas. Pero ellos pueden elegir dónde quieren estar y qué quieren sacrificar. Yo no pretendo abolir el circo, pretendo acabar con una situación de explotación animal injusta.

Cada día, al ir a trabajar, he visto numerosos carteles en los que habían dibujos de grandes “fieras” (felinos sobre todo) avestruces, caballos... pertrechados con hermosos (a la par que humillantes) accesorios para engalanarlos. Los he visto cientos de veces, puesto que hay muchos por todas partes. Y cada vez que mis ojos se posaban en uno, he pensado “esta noche lo hago, con un spray escribiré NO A LA ESCLAVITUD ANIMAL en cada cartel, con letras bien gordas, no puedo estar quieta frente a tamaña injusticia”. No lo hice jamás. No por cobardía, sino por un buen motivo.
De nada serviría cargarme sus carteles. Sólo provocaría unas nimias pérdidas que serían recuperadas mediante la explotación aún mayor de esos a quien pretendo ayudar. Entiendo que una empresa funciona siempre igual: ¿pérdidas?, pues apretamos más las tuercas a los trabajadores hasta recuperarlas. No es así como se lucha contra ellos, así no solucionamos nada.

El único modo, es concienciar a las masas de que dejen de consumir el “producto” que ofrece dicha empresa, para forzarles a abandonar ese tipo de negocio. Porque si deja de ser lucrativo, acaba siendo abandonado.

En otro orden de cosas, modificar la ley de protección de animales, sería un gran punto a tener en cuenta. Pero ahí ya es más difícil la cosa.

Lo que sí podemos hacer todos nosotros es convencer a nuestros conocidos de que no acudan a un circo que pisotee los derechos de nuestros hermanos y los esclavice injustamente. Que hay otros circos (baste de ejemplo el archiconocido “Cirque du Soleil”) y otras formas de entretenerse, mucho más lícitas y enriquecedoras.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La verdad es que es triste ver animales tan magnificos y hermosos (especialmente los grandes félinos) degradados de esa forma para servir de entretenimiento a simios ligeramente inteligentes.
Animales que han nacido con una necesidad correr libres por grandes terrenos y que se ven reducidos a vivir hacinados en minusculos cajones.

3/9/05 12:18  
Blogger Siltha said...

¿Sabíais que en cataluña prohibieron los circos con animales? Ains, vayámonos de una vez allí, que aquí están demasiado orgullosos de cosas como "Terra Natura" como para que esta comunidad de un giro positivo pronto... sigh.

4/9/05 22:25  

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