Image Hosting by PictureTrail.com

sábado, septiembre 23, 2006

Artrópodos

¡Cuantos repeluses nos recorren a muchos humanos cuando oímos esa nefasta palabra! (incluyéndome a mí, en un pasado, por varias razones como que me costó aprobar la asignatura en cuestión XD) ¡Cómo vuela nuestra imaginación y empieza a atacar nuestra mente con flashes de cosas peludas y con muchas patas, con muchos ojos y antenas agitándose mientras calibran si somos o no un peligro! ¡Cómo nos estremecemos reteniendo el impulso de rascarnos ante la evocación de una picadura...!

Y qué triste es que nuestra reacción sea, en la mayoria de los casos, cuando nos topamos con algo real y no imaginario echar mano de la zapatilla o del insecticida y poner fin a tan aterradora y despreciable forma de vida...

A veces me gusta pensar que estas sensaciones que los bichos nos despiertan, se deben a que inconscientemente nos damos cuenta de la superioridad que tienen como seres vivos frente a nosotros, y por eso sentimos ese miedo, ese rechazo y ese afán de acabar con ellos. Acabar con ellos antes de que ellos nos acabaen a nosotros... supervivencia evolutiva, aunque esto dejara de tener sentido para nosotros los humanos hace ya unos millones de años...

No sé si sabéis que los artrópodos suponen el 75 % de los seres vivos sobre ese planeta. No sé si sabéis qué es un artrópodo, la verdad... y os sugiero que echéis mano de los libros del cole porque ahí deberia ponerlo. En cinco palabras: animal con exoesqueleto y apéndices articulados. En cuatro grupos, aunque hay más: Aracnidos, crustáceos, insectos y miriápodos . De manera que os voy a decir más: el 60% de los seres vivos tirando por lo bajo son insectos (insecto: seis patas y normalmente antenas y alas. Una araña NO es un insecto por favor, tenedlo en cuenta). Y dentro de seres vivos se mete desde tu vecina del segundo hasta las colonias de bacterias que te comiste ayer en el yogur. Así que juzgad por vosotros mismos cuál es la importancia de este grupo de animales dentro del ecosistema global que podemos suponer como el planeta.

Con esto sólo quería hacer una pequeña introducción al post, aunque el objeto del mismo no es (por lo menos en este caso) hablar de la importancia ecológica de esos que llamamos despectivamente bichos y que podría poner los pelos de punta a más de uno teniendo en cuenta lo que les hacemos, si no simplemente mostrar a la gente que, con un poco de curiosidad y venciendo el rechazo (que no cuesta nada, sólo un poco de voluntad por nuestra parte) podemos aprender a disfrutar del planeta con el grupo más diverso de animales que todos tenemos a mano, observando a estos pequeños seres que nos dan tantas patadas pero que despreciamos simplemente porque podemos acabar con sus vidas de un pisotón.

Reconozco que yo he sido una persona muy normal en lo que a bichos se refiere. Hasta hace poco la visión de una cucaracha me ponía los pelos de punta y no me veríais coger una hormiga y hoy en dia sigo sin tener más remedio que matar a un mosquito cuando se cuela en mi habitación (pero sólo a las hembras, porque es una cuestión entre ella o yo). He cambiado mucho desde que entré a estudiar Biología, pero si bien he aprendido mucho, no ha sido la carrera la que me ha cambiado. He sido yo, que me he ido dando cuenta de cuán gilipollas se puede llegar a ser y que he desarrollado y fomentado un nexo con el planeta que sólo puede crearse por el interés de uno.
El caso es que hoy día, cuando salgo al campo, soy igual de feliz viendo un pájaro que una planta que una abeja polinizando una margarita. Todos tienen su encanto, todos son bellos y lo más importante, todos son seres vivos y están al mismo nivel, repito, exactamente el mismo nivel que nosotros y no contamos con ningún derecho de juzgarlos por debajo porque no podamos comunicarnos con ellos, porque no construyan edificios de cien metros de altura o se pasen la vida pegados a un aparato electrónico como si no supieran vivir por ellos mismos.

Y en una de estas salidas al campo, una mañana de verano en Sierra Helada (BEnidorm) en la que la fauna estaba especialmente activa a mi alrededor, pues me puse a hacer fotos. Ya hace tiempo que hago fotos a diestro y siniesto a todo lo que se me pone por delante, pero aquella mañana fue especialmente...productiva. Quería compartir con vosotros esas fotos que hice y algunas más de otros lugares, simplemente para que veáis lo fácil que es observar animales y disfrutar reconociéndolos y para hacer llegar un poco más de la belleza de Gaia a vuestro ordenador. Pero, sobre todo, para dar aunque sea un pequeño empujón a la gente, para que sea capaz de ver lo que yo veo: la belleza y la labor de nuestros hermanos aunque sean tan pequeños y tan raros a nuestros ojos como éstos, la vida en pequeñas gotas, pero la misma que nos colma a nosotros, al fin y al cabo. Espero que las disfruteis:


Explicaciones para frikis y curiosos: Este llamativo animalillo es un hemíptero, vamos un chinche, y su nombre científico es Graphosoma lineatum. Es muy fácil verlos en bordes de caminos por zonas rurales (aún así yo no había visto ninguno hasta que mi profesor me puso uno delante de las narices en una práctica de campo, desde entonces no he dejado de verlos, para que veáis lo que puede hacer la predisposición a ver cosas) y son francamente bonitos.


¿Sabéis lo que es esto?Yo hasta hace poco no lo sabía, la verdad...y llevo toda mi vida oyéndolas cantar (o dar la vara) de sol a sol en los días de verano. Es una Cicada orni o chicharra, o no sé cómo las llamaran en vuestra zona, pero en fin, es ese bicho que se pasa el puñetero día en un interminable creeeeeeeeeec que se oye a metros de distancia y que conoce hasta el más urbano. Parece mentira que una cosa tan pequeña (y tan mona, a mi entender) pueda meter un ruido tan infernal...

Un escarabajo, o mejor dicho, coleóptero. Si he dicho que los insectos eran el 60% de los seres vivos, lo son gracias a este grupo de animales, el más diverso de todos ellos con diferencia. Este pequeñito irisado es uno del casi un millón o por ahí que se conocen (y las especies totales descritas en la actualidad no llegan a los dos millones, ojo al dato), pertenece a la familia de los cetónidos (lo digo porque luego viene otro de la misma) y se le dió el descriptivo nombre de Cetonia aurea


Jeje, quién no ha tenido un encuentro con una de éstas pequeñas pero matonas avispas...Es el género Pollistes, dentro del orden Hymenoptera, el de las avispas, abejas y hormigas, características por su comportamiento social. Las avispas Pollistes son majas como ellas solas, tienen un comportamiento bastante agresivo si se les toca las narices y todos conoceis sus panales en rincones, hechos con algo gris que no es otra cosa que pasta de celulosa, como pasta de papel, que fabrican ellas mismas, y que os recomiendo no tocar nunca si no se tiene absoluta certeza de que está vacío. También os recomiendo que amplieis la foto, me está mirando con una cara de a ver qué pasa, déjame currar, joder...XDD (en realidad ésta es la única foto que no es mía, se me había olvidado, pero es de Devioren. No hay huevos a arrimarle tanto la cámara por mi parte, que una aprecia su vida y soy alérgica a las picaduras :3)



Y otro himenóptero, un abejorro como la copa de un pino. Se llama Bombus terrestris y es bonico como el sólo, pero también pica, así que hay que vencer a la tentación de acariciar sus sedosos pelitos de colores XD No obstante éste, como las abejas, es mucho más...afable, por decirlo de una manera, y prefiere seguir zambulléndose en las flores e incluso huir antes que buscar pelea callejera, así que no hay riesgo alguno de acercarle el objetivo para echarle una foto chula.



Aquí teneis a la niña de mis ojos, la foto que me hizo dar saltos de alegría durante el resto del trayecto. Yo también tengo un marcado sesgo hacia las cosas bonitas, y uno de mis mayores objetivos son las mariposas (Lepidópteros), que hacen unos fondos de pantalla preciosos XD. Ésta de aquí es una Cynthia cardui, una especie migratoria muy abundante en esta zona en primavera y verano y que ha sido objetivo de horas de persecuciones mías cámara en mano tratando de obtener una foto desde hace varios meses. Al fin la conseguí...la tía posó para mí con toda esa flema que sólo las mariposas pueden hacer gala cuando quieren, como diciendo "estoy demasiado agusto aquí con las alas al sol para moverme aunque tenga una cámara de fotos a veinte centímetros..."


Hasta aquí las fotos de Sierra Helada. Ésta ya es de un día anterior, de la práctica de campo de artrópodos en Arenales del Sol (sí, sí, a un paso de la casa de Deed XD). Este bichito blanco y negro es otro cetónido, pero en este caso es del género Osytirea y está posando para mí cómodamente encima de esta bella flor de cardo XD



Otra bellea donde las haya. Esto es lo que uno se puede encontrar en medio de la universidad una mañana cualquiera, metiendo la trompa en las flores de lavanda. Es una Iphiclides podalirus o mariposa chupaleche, que leí por ahí que la llaman. Una pena que le faltara casi todo el ala posterior derecha, donde tiene las manchas azules, pero apenas se nota y no es por na, pero la foto está guapa de narices XD

Me encantan estos bichos, matis, insectos palo y demás...Ésta es una Empussa pennata, del orden Dyctioptera, prima de las cucarachas (increíble pero cierto) y del suborden Mantodea, es hermana de las mantis pero no es tal, por el gorrito que tiene en la cabeza en forma de pico, y las antenas plumosas. La foto es en un bancal cerca de aquí, aunque también vimos una una vez en la universidad, no son muy exigentes en lo que a ambiente se refiere.


Esta es la última, ya lo dejo, ya...XDD. El fondo es ni más ni menos que una carretera que subía al repetidor en una montaña, en Biar, al norte de mi provincia. Por increíble que pueda parecer esto es otro coleóptero, pero esta vez de la familia Meloidae (el género Meloe sp.) también se les llama aceiteras. Un comentario curioso: tanto este bicho, como la avispa, el abejorro y el hemíptero del principio presentan algo en común y es la coloración combinada roja y negra o amarilla y negra. Y esto no es para que lleguemos nosotros y digamos que bonito el bicho, no, esto tiene un significado muy importante en el reino animal. Se llama coloración aposemática y no indica otra cosa que la toxicidad, peligrosidad o mal sabor del animal en cuestión. Si no os han dicho nunca que no os fieis de los colores bonitos y llamativos, como el típico caso de las setas venenosas, os lo digo yo ahora. Haced caso del cartel de "mírame pero mejor no me toques". Como en todo, hay grados de chunguicidad del bicho, este por ejemplo no te va a hacer lo que una avispa, pero creo que suelta un aceite potencialmente irritante o algo ( de ahí el nombre) y el chinche del principio simplemente está malo ( ya sabéis que no se comen por si habíais sentido la tentación) y luego encima hay otros muy listos que imitan esos colores para que no se les acerquen y en realidad son menos peligrosos que una mosca casera, pero bueno...ahí queda el aviso XD

Y avisados quedáis, los tocho post en este blog son cosa mía así que la próxima vez huíd antes de que sea demasiado tarde XD

PD: Triste que lleve un mes intentando hacer este post sin conseguirlo porque al servidor de blogger no le da la gana de subir las fotos...

9 Comments:

Blogger El Jose said...

¡Por fin!¡Me lo he leído tooooodo! Arf, arf, arf...

Mujer, no puedo más que felicitarte por tener los ánimos de currarte posts como éste. Te doy las gracias en nombre de la divulgación en general, ese género tan olvidado y maldito en los santos salones académicos, que permite que profanos como servidor se acerquen a estos temas sin sufrir demasiados dolores de cabeza.

Que sepas que alguna de las fotos va a ir derechita a fondo de pantalla del ordenador de casa. La pregunta es ¿cuál?.

Un saludo.

27/9/06 17:42  
Anonymous Anónimo said...

asias joseeee :__)

m costó mucho, pero merece la pena :D

y no hace falta que se lean mis disertaciones, bastaba con las fotos, pero soy friki, me emociono y si no escribo no me quedo tranquila. y siempre puede haber alguien interesado...XD

28/9/06 14:17  
Anonymous Anónimo said...

El del anterior comentario soy yo :-D
Darja si no es molestia y puedes cambia el nick del mensaje anterior y borra este :-DD

29/9/06 22:26  
Anonymous Anónimo said...

NO puedo cambiar el nick, Sinkim, pero no pasa nada, no te preocupes :D

El primer link no funciona, pero la segunda foto esta muy guapa!! que bonicooo!! ^^

No sé si sabes que es un lagarto ocelado (Lacerta lepida), o weno, lo digo por si no lo sabe alguien

(me lo ha dicho Devioren XD)

Donde es la foto, Sinkim? es que no sé por donde vives :3

30/9/06 10:27  
Anonymous Anónimo said...

Yo vivo en Logroño, pero las fotos están sacadas de un pueblo cerca de Avila :-D

Por cierto, prueba otra vez porque yo si veo las 2 fotos :-D

Y de regalo una foto con una ardilla que vimos durante las vacaciones:

http://photos1.blogger.com/blogger/1951/3100/1600/17-07-06%20046.jpg

30/9/06 12:22  
Anonymous Anónimo said...

manda webos, es que en la página esta fea de comentar no me salía entero...

yo me pregunto, que hacía ese animalico ahi?? XDD

que maja la ardilla :D

30/9/06 15:20  
Blogger 河曲勝人 - Kawano Katsuhito said...

Un post genial, Darja. Siento haber tardado tanto en comentar, pero es que desde la avería de mi ordenador no había vuelto a pasarme por aquí (he ido "recuperando" todos los blogs habituales poco a poco... así de perezoso que es uno). Pero siempre es gratificante volver y encontrarse un post tan interesante, educativo (¿se puede decir "educativo" en este blog"?) y con unas fotos tan buenas. Y sí, yo lo he leído hasta el final, y además con mucho interés.

Por mi parte yo suelo respetar bastante a los insectos y demás "bichos". Incluso algunos me inspiran simpatía y no pensaría jamás en matarlos (por ejemplo, las mariquitas de siete puntos -que como sabes no son sino una espcie de escarabajo-, las mariposas, las libélulas... e incluso esas despiadadas asesinas que son las mantis religiosas).

Incluso las arañas me caen bien, no les tengo antipatía alguna, al contrario que la mayoría de la gente. Pero en este caso, sintiéndolo mucho, la cosa cambia si veo una araña en mi habitación. En este caso no puedo evitar el impulso matarla, al igual que tú con los mosquitos es una cuestión de "ella o yo", ya que siempre acabo convencido de que dejar vivo al pobre arácnido supondrá inevitablemente que por la noche se me meta entre las sábanas y me "regale" una hermosa picadura en un brazo o una pierna. Se trata de esa reacción ancestral e inconsciente de temor que casi todos sentimos y de la que tú misma hablas.

Eso sí, cuando mato a una araña procuro hacerlo de la forma más rápida posible y evitándole todo sufrimiento (= zapatazo), y luego acabo siempre sintiendo un poquito de pena y de remordimientos por haber matado a una criatura que en el fondo no me había hecho nada y que posiblemente no tenía la menor intención de ir a picarme, sino que sólo buscaba refugio en algún sitio seguro y tranquilo en cualquier esquina de la habitación. Llámame sentimental si quieres, pero así es como reacciono.

Y el caso es que no soy aracnófobo ni siento por las arañas ese desprecio del que hablas. De hecho es más bien todo lo contrario, se trata de unos seres por los que siempre he tenido gran curiosidad e interés. Me parecen unas criaturas fascinantes, veo todos los documentales sobre ellas que ponen por la televisión, y procuro respetarlas siempre que puedo. Sólo mato a las que se cuelan en casa, y como ya he dicho, aún así me sabe mal hacerlo. Con los mosquitos es otra cosa, y cuando por la noche oigo ese molesto zumbido junto a mis oídos, no te imaginas lo que tardo en levantarme, ir a por el bote de insecticida y disponerme a la "batalla"...

Y a las moscas... pues sí, también las mato, como el 99% de la gente, por eso de las enfermedades que transmiten y por lo molestas e incordiosas que pueden llegar a ser. Pero ni siquiera a las moscas las desprecio ni les tengo ese odio visceral que les tiene tanta gente; es más, reconozco que hasta ellas tienen su papel asignado como "carroñeras" de la Naturaleza, que en ese aspecto son de hecho beneficiosas para todos y que en el fondo se limitan a cumplirlo, siguiendo lo que su instinto les dicta que deben hacer.

En realidad, los únicos "bichos" hacia los que yo de verdad tengo odio y pánico son las "pequeñas pero matonas" avispas, al menos las de rayas amarillas y negras que todos conocemos, que no sé si pertenecen a la misma especie que la que nos muestras en la foto. Esa es la palabra exacta: pánico. Cuando veo una avispa revoloteando cerca de mí, me pongo nerviosísimo, y mi primer impulso es alejarme de ella cuanto antes. Eso, naturalmente, si es que no me he quedado paralizado por el temor. Y no las temo porque sea alérgico a sus picaduras, al menos que yo sepa no lo soy (nunca me ha picado ninguna, así que no he tenido ocasión de comprobarlo, afortunadamente), pero me caen fatal por su agresividad, por la manía de ir a meter las narices en todas partes, molestar y de picar y morder, a veces incluso sin provocación previa. A las abejas y a los abejorros no les tengo antipatía ni temor alguno, porque van a lo suyo y lo normal es que si tú no les molestas no te van a atacar. Pero las avispas (que supongo que son conscientes de que, al contrario de lo que sucede con las abejas, su aguijón no se va a quedar clavado en el cuerpo de la víctima y pueden picar todas las veces que quieran sin que ello suponga su muerte) pueden llegar a atacar casi por cualquier motivo, incluso en respuesta al simple gesto de dar un manotazo al aire para rechazarlas. A mi una vez me mordió una en un dedo de la mano, sin que yo hubiera hecho absolutamente nada para molestarla o provocarla... y aunque sólo fue un mordisco y no una picadura en toda regla, no te imaginas cuánto me dolió el dedo durante un buen rato.

Pues eso, que después de unos meses de ausencia forzosa, ya me tenéis por aquí de nuevo, dispuesto a seguir leyendo todo lo que escribáis y prometiendo no volver a "desaparecer" de este blog, que cada vez más, me parece uno de los mejores y más interesantes que conozco. Os animo a que sigáis así y que no os cortéis en curraros más posts como éste, que por largos que sean, no dudéis que siempre son bien recibidos.

Un cordial saludo.

(¡Ahí queda eso! Esto es un tocho-comentario, y lo demás son tonterías XDDDD )

10/10/06 16:24  
Anonymous Anónimo said...

Nos alegramos muchisimo de tenerte de vuelta por aquí, Katsu, especialmente si es con esas ganas de aprender y de animarnos ^_^

Tu opinión es absolutamente respetable y más quisieramos nosotros y los pobres animales que más gente lo pensara así.

En fin, el post tiene muchas faltas (una de ellas es precisamente la mariquita, que la foto estaba muy lejos, por cierto, se llama Coccinella septempunctata y es de la familia Coccinellidae ^^ y también algún arácnido, que tenía alguna foto preparada, pero me parecía demasiado largo el tocho ya. Así que obviamente, en un futuro habrá una segunda parte, pero primero tenemos que recopilar material :D

Muchas gracias por el comentario (tenías ganas de escribir, eh?) y por las fuerzas para seguir, así dan ganas de currarse esto y muchas cosas más (las habrá, poco a poco, pero las habrá)

11/10/06 19:25  
Blogger Siltha said...

Was, peque, cómo te has currado el post. Hasta me has hecho tener ganas de estudiar artrópodos, y eso no es muy fácil que digamos... En serio, me ha gustado mucho.

12/10/06 13:54  

Publicar un comentario

<< Home

La Madre Tierra sufre en silencio. ¿Te atreves a ser su voz?
Hijos de Gaia
Copyright © 2005 Reservados todos los derechos.